Por Elsa de Ramírez
Recientemente realizamos una breve visita por
Museo para la Identidad Nacional (MIN) el cual ofrece una exposición permanente,
dividida en épocas: Precolombina, Colonial y Republicana; exhibida por áreas
temáticas distribuidas en cuatro salas:
La primera muestra el surgimiento geológico de Honduras,
ubicándonos frente al Omni-Globe, esfera que representa
el globo terráqueo que mediante una animación digital de alta tecnología se
observa las diferentes eras geológicas.
Siguiendo el recorrido, la Sala 2
refleja la geografía hondureña, el mapa donde aparece por primera vez Honduras,
las reformas liberales, el papel de las telecomunicaciones, el ferrocarril y la
aviación en la consolidación de la unidad geopolítica de Honduras.
La formación histórica de
Honduras la podemos apreciar en la Sala 3, los principales hitos históricos que
contribuyeron a la conformación de la nación hondureña desde los eventos del
descubrimiento, las manifestaciones de arte rupestre, piezas únicas de la
escultura maya, referencias sobre el mundo precolombino, la llegada de los
primeros europeos, Lempira y la
resistencia indígena, las ciudades coloniales, el auge de la minería, las
primeras instituciones jurídicas y de gobierno,
la República Federal de Centroamérica, la Independencia, las reformas
liberales de Morazán y las guerras intestinas hasta la modernización del Estado
de nuestros días.
En la Sala 4 llamada “Honduras eres tú”, se
hace una breve reseña sobre las migraciones llegadas a Honduras provenientes de
tres importantes zonas de América: Mesoamérica por el Norte, la zona Chibcha
por el Sur y la puerta abierta al mundo por el Mar Caribe y el Océano Atlántico.
Además de los diferentes
tipos de colecciones hay un cuadro que ilustra las ciudades fundadas por los
Españoles entre 1524-1578; en 1524, San Gil de Buena Vista, Puerto de Caballos
y el triunfo de la Cruz; 1525, Trujillo y Villa de Natividad; 1526, Villa de la
Frontera de Cáceres; 1534, Villa de
Buena Esperanza y Villa de Jerez de la
Frontera, Choluteca; 1536, San Pedro Sula; 1537, Gracias a Dios y la Villa de
Santa María de Comayagua; 1540, San Jorge de Olancho; 1541 Nueva Salamanca y
1578, Real de Minas de Tegucigalpa.
En cuanto a las Etnias
existentes antes de la conquista de Honduras, según la distribución que hay en
el Mapa de Honduras (MIN), aparecen: Los Mayas, Chortís, Tolupanes, Pech,
Lencas, Chorotegas, Matagalpas y Tawakas.
Felicitamos a las autoridades encargadas de la
culturalización de Tegucigalpa, por el empuje que en los últimos años le han
dado a la creación de Centros Históricos, comenzando por el Museo Nacional “Villa
Roy” (actualmente en ruinas), Galería Nacional de Arte, situada en el viejo
edificio del Paraninfo Universitario, Museo del Hombre donde funcionó la Corte
Suprema de Justicia (recién restaurado fue destruido en su totalidad por un
incendio); Museo de la Telegrafía Nacional ubicado en el antiguo Palacio de
Comunicaciones Eléctricas, así como el
propio Museo para la Identidad Nacional MIN, la restauración del viejo
Cuartel San Francisco hoy Museo Militar, la Casa Museo Morazán, frente al
desaparecido Cine Variedades.
También existe la Hemeroteca, La Biblioteca Nacional;
y el Banco Central de Honduras (BCH) que posee una rica colección de pinturas y
monedas que guarda en sus bóvedas. Es una excelente Pinacoteca y un Museo
Numismático. Asimismo, la Empresa Hondureña de Correos (HONDUCOR), protege
celosamente una excelente colección filatelia.
En cuanto a las fuentes históricas primarias es
necesario destacar los archivos eclesiásticos que posee la Iglesia Católica,
los que guardan celosamente los documentos sobre la vida política, económica y
social de Honduras, mismos que son consultados por historiadores nacionales y extranjeros
para enriquecer sus investigaciones.
No está de más, recomendar a los catedráticos de
las asignaturas de Historia de Honduras, Sociología y Antropología, enviar a
sus estudiantes a visitar todos los museos existentes en nuestra querida
Honduras y motivar a los compatriotas
hondureños a que
conozcan los legados de nuestros ancestros y de ser posible divulgar los
conocimientos para fortalecer la memoria histórica del patrimonio cultural de la
nación y el sentido de identidad y orgullo nacionales, así como la difusión de
la cultura hondureña para mejorar nuestro bagaje intelectual en el orden cívico
y cultural; y a nivel internacional para el fomento del turismo y la
adquisición de divisas.
Visitar estos Centros Históricos Culturales que
recogen gran parte de la historia, no solo de Tegucigalpa, sino de toda la
nación es vivir una experiencia inolvidable.
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