Por Elsa
de Ramírez
Es el relacionador público, la
imagen de una institución, experiencia que se adquiere a través de la lectura,
de asistir a infinidad de seminarios y aumentar los conocimientos sobre la
materia, no es sino mediante ese contacto directo con la gente, así como aprender
a manejar una oficina, tan vital para mejorar la imagen de un organismo público
o privado y mantener la simpatía y atracción hacia el servicio que se presta.
Si nos referimos a la atención
al público que a veces se vuelve difícil y delicada.
Es preciso señalar con valor e
hidalguía que, aunque existan numerosas técnicas para las Relaciones Públicas,
que se puedan usar con ventaja en las entidades gubernamentales, conviene no
olvidar que más importante que cualquier técnica, es la calidad de los
servicios prestados por la institución
En verdad es muy difícil, pero
no imposible, establecer buenas relaciones con el público usuario, si antes de
todo, no tenemos algo bueno que ofrecer.
De ahí la imagen, también la
forma incomprensible con que se vilipendia y se tergiversa la labor de
cualquier organismo ya sea público o privado, cuyas funciones no son lo
suficientemente analizadas por la población, que solo exige y a veces hasta
calumnia, con tal de desahogar su resentimiento.
La verdad es que en nuestro
medio no existen escuelas para formar líderes en este campo de las Relaciones
Públicas, ya que algunos han aprendido a través de la comunicación directa con
la gente y sus compañeros de labores hacia quienes también deben ir dirigidas las
Relaciones Públicas.
A los Periodistas,
particularmente les ha tocado algunas veces no solo servir de relacionadores
públicos, sino como fotógrafos, camarógrafos, publicistas y hasta locutores.
Sus funciones, si no han sido
exitosas, tampoco han sido un fracaso, por cuanto, los periodistas de los
diferentes medios algunas veces son benevolentes al publicar toda la
información que emana de sus oficinas.
Creemos que, si hay conciencia
de la responsabilidad que antecede, para con el público al que sirven, se puede
dignificar y engrandecer la función oficial y privada, dándole la verdadera
dimensión.
En resumen, el Relacionador
Público es la imagen de la institución, si esta figura tan importante no
existe, no habrá una representación ante los medios de comunicación, su
presencia y responsabilidad son factores fundamentales de la moderna aplicación
en el campo de las Relaciones Públicas, ya sea en el concepto gubernamental o
privado.
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