Por Elsa de Ramírez
El Ing. Fausto Ramírez García Q.D.D.G., entregó su alma al Divino Creador del Universo el 28 de agosto de 2020, en horas de la mañana en su residencia de la colonia 21 de octubre de Tegucigalpa. Su cuerpo fue velado ese día a partir de las 3:00pm en una funeraria capitalina, lugar hasta donde se dieron cita para despedirlo, familiares, amigos, colegas y simpatizantes del Partido Nacional, correligionarios suyos.
“Tito” como cariñosamente se le llamaba en el
círculo familiar, era hijo del hogar que en su momento formaron el distinguido
ciudadano don Faustino Ramírez Rodríguez y su honorable esposa doña María del
Rosario García de Ramírez. Ambos ya reposan ante la presencia del Señor.
Un profundo sentimiento de pena embarga todo mi ser, ya que en menos de tres meses he perdido a dos de mis nueve hermanos. El 19 de mayo dejó de existir también, en esta capital José Fernando (57 años), mientras que Tito cifraba los 65.
Al siguiente día, a las 9:30am, el cortejo fúnebre se dirigió rumbo a la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, para participar en los oficios de la santa misa por el eterno descanso del alma de este hombre que a su paso por la vida supo honrar a Dios y a la Patria que lo vio nacer.
Previo al ingreso del cortejo al interior de la monumental Basílica, una multicolor y enigmática mariposa se posó en mi hombro derecho, eran aproximadamente las 10:00am del 29 de agosto del año señalado. Mi hermana Lourdes se encontraba junto a mí en ese instante y observó que la mariposa se posesionó del sitio arriba indicado. A continuación, ella se acercó a realizar algunas tomas fotográficas, pues su vocación periodística así lo indica. Enseguida penetramos al sagrado templo y la mariposa continuaba ahí colgada de mi hombro; al iniciar el solemne sacramento, la pequeñita y hermosa voladora volvió a surcar el espacio y se perdió, pero su imagen quedó grabada gracias a la tecnología que logró captar este espectáculo misterioso e inolvidable.
Después de los ritos de la Santa Iglesia Católica, alusivos al descanso eterno del espíritu del siempre bien recordado Fausto, la procesión fúnebre se dirigió a un panteón ubicado en las inmediaciones de la Aldea el Chimbo, Municipio de Santa Lucía, F.M. donde sus restos fueron sepultados para la eternidad.
En medio de una esplendorosa mañana previo a su terraje vivimos momentos indescriptibles, pues el sol estaba brillando en toda su dimensión y de repente el cielo se oscureció por un instante y luego sentimos el sopló de un acariciador viento a manera de despedida de Fausto hacia todos los presentes que se contaban por cienes, pues dichosamente nuestro querido hermano durante su existencia supo sembrar la cimiente de la amistad en terreno fértil, por lo que su despedida al más allá se convirtió en una verdadera demostración de solidaridad espiritual para todos sus familiares, principalmente para su acongojada esposa María del Carmen Matute, sus hijos Álvaro, Arleth, Fausto, Alejandra y Mario, nietos, hermanos y demás familia que lloran inconsolablemente su partida sin retorno.
Entre los dolientes destacamos la presencia de sus hermanos Hermes, Magda, Lourdes, Walter y quien suscribe; faltando Carlos, quien desde hace muchos años reside fuera del país y como consecuencia de la “bendita” pandemia que envuelve a la humanidad, no pudo asistir a las exequias de su hermano, de igual manera en representación de Ramón que vive en Minas de Oro, Comayagua, asistieron sus hijos Luis y Ramón.
Numerosos y artísticos arreglos florales embellecieron la sala velatoria y sendos acuerdos de duelo de diferentes instituciones gremiales, profesionales y políticas se hicieron sentir para reconfortar el dolor de sus amantísimos deudos.
Que las siempre vivas del recuerdo permanezcan frescas en su sepulcro y que su alma buena se encuentre ya al lado del Altísimo.
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