Por
Elsa de Ramírez
Como un homenaje póstumo a su
fallecimiento (10 de julio, 2020), a continuación, transcribimos la parte que
corresponde a él, publicada en la Enciclopedia radiofónica gargantas de oro de
la radiodifusión hondureña, (Págs. 145, 146 y 147- autor Mario Hernán Ramírez-mayo,
2010).
“En realidad, este caballero
del micrófono, nació en San Rafael, Municipio de Namasigüe, Choluteca, graduado
como Mercadólogo, Productor y Director de Radio y Televisión en México, D.F., (en
el College Panamericano); con estudios en el Centro de Formación de la Voz de
Alemania en 20 ocasiones, Licenciado en Periodismo, graduado de la Universidad
Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); inició su brillante carrera radial, como
la mayoría de los de su género; por vocación.
Refiere Mario Hernán: “En los
comienzos de los años 80s, tuvimos la fortuna de recibir una oficial invitación
del gobierno de la entonces República Federal de Alemania, cuya capital era la
deslumbrante ciudad de Bonn, desde donde emanaba todo el movimiento de una
nación extraordinaria, que continuaba sepultando las cenizas de la 2da. Guerra
Mundial, que prácticamente había arrasado con su población y su estructura
urbana o metropolitana, como el Ave Fénix.
Durante los 47 días que duró nuestra
gira por esa admirada república, aun dividida, pudimos llegar hasta Colonia,
otra ciudad modelo, que la guerra destruyó en su totalidad, dejando los aliados
vencedores, solamente la soberbia e irrepetible Catedral de esa gran urbe,
Catedral que llevó 600 años su construcción, de 1200 a 1800 de la Era
Cristiana.
Pues, en esa gran metrópoli,
funciona, posiblemente, la más potente y moderna radio emisora que cubre con
soltura todos los países del orbe, en sus respectivos idiomas, las 24 horas del
día.
En su gigantesco edificio de
31 pisos, encontré a uno de los locutores estelares de esta potente radio
emisora, quien al identificarme, me dijo, muy cortésmente: “Te felicito, vienes
del país que cuenta con los mejores locutores del mundo”, afirmación que de
momento me llenó de orgullo y satisfacción, pues al instante vinieron a mi
mente, las voces de Rodolfo Brevé Martínez, Gustavo Acosta Mejía, Moisés de
Jesús Ulloa Duarte, René Medina Nolasco, Nahúm Valladares y Valladares, Raúl Agüero
Neda, Héctor Maradiaga Mendoza, Napoleón Mairena Tercero y otros que estaban de
moda en esa época.
Pero, mi interlocutor, a
renglón seguido me aclaró que tal afirmación la hacía, porque los ejecutivos de
la radio, a través de su gobierno, todos los años enviaban a sus países amigos,
ofertas de becas para que, jóvenes con capacidad y vocación para tal fin,
optaran a estudios superiores de radio y que, durante el tiempo de operar la
potente estación radiofónica, solamente Julio Ernesto Alvarado había aceptado
el reto de mejorar profesionalmente sus conocimientos en el amplio y
apasionante escenario de la radiodifusión, por lo cual es que este hombre de
micrófono, tiene tanta imaginación en el desempeño de su polifacética personalidad,
que lo ubica entre los mejores locutores
de patio, con formación académica alcanzada en Europa y pulida con el
tiempo, con la presentación a través de la pantalla chica, de sorprendentes
programa culturales, turísticos, políticos, educacionales y de toda índole, de
tal manera que hoy por hoy, sus espacios en la TV son esperados con singular interés.
Julio Ernesto Alvarado figura
en la galería de los grandes. ¡Felicitaciones maestro!
Al momento de su desaparecimiento
físico formaba parte del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) como Diputado por
el Partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Paz a su alma y resignación
cristiana a su familia.
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