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Fueron las primeras en Honduras

Fueron las primeras de Honduras, en esto y aquello… Por Elsa de Ramírez Según la página cultura.gob.ar., “el 8 de marzo de 1908, un suceso transcendental marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y las malas condiciones de trabajo que padecían. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar. Sin embargo, el resultado fue la muerte de las obreras que se encontraban en el interior de la fábrica…” “…Más cerca en el tiempo, en 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer. Luego

64 años después

  Por Elsa de Ramírez   Es el título de mi segunda obra literaria que consiste en una síntesis biográfica que relata sucesos acaecidos desde mi nacimiento en 1957 hasta la fecha en que conmemoramos el Bicentenario de la Independencia de Centroamérica en 1821. A continuación, un avance de lo que trata este libro que posiblemente salga a la luz pública el próximo 28 de febrero del corriente año, mismo que si Dios lo permite, será presentado virtualmente en esa fecha, posiblemente bajo los auspicios del acreditado Instituto Hondureño de Cultura Hispánica, hoy bajo la dirección de dos honorables damas, la escritora licenciada Adylia Zavala y la dulce y entrañable amiga licenciada Fidelia Molina. 1957 puede considerarse un año bendito, pues fue en ese período que arribé al mundo; según personas mayores e historiadores contemporáneos es el mejor año del siglo pasado, ya que durante ese tiempo, un triunvirato militar derrumbó un gobierno dizque despótico y tiránico, que estuvo al bord

Día de los Santos Inocentes

  Por Elsa de Ramírez No sabemos con certeza cuántos fueron los niños menores de dos años que murieron en Belén y sus alrededores a manos de los soldados romanos, ordenada por Herodes, hombre cruel, intrigante, temeroso y desconfiado, quien gobernaba Israel por aquellos tiempos. Herodes, tras la búsqueda desesperada por asesinar al Mesías, el cual se confió al enterarse que el recién nacido sería el nuevo rey de los judíos, estaría siendo visitado por los Reyes Magos, a quienes el profeta Miqueas les había dicho “Vayan y se informan bien acerca de ese niño, y cuando lo encuentren, vienen y me comunican, para ir yo también a adorarlo”.   Guiados por la aparición de una estrella en el Oriente, los magos se dirigieron a Jerusalén y partieron a Belén. Según narra la historia, ellos, en sueños, recibieron la visita de un ángel, quien les ordenó que no contaran nada, y así lo hicieron, después de encontrar al niño Jesús, adorarlo y llenarlo de regalos (oro, incienso y mirra), volvier

El hombre que no conoció la Navidad

  Por Elsa de Ramírez Esta es parte de la vida de un hombre que no conoció la alegría de la Navidad, historia que apareció publicada en la revista Tegucigalpa en 1934 por el escritor León Aguilera. “…Era ceñudo, sus barbas se desparramaban como matorrales y sus ojos eran carbones de odio. Venía aventado por los temporales anónimos, por las tempestades de la miseria. Nadie sabía de dónde. Era un vagabundo, A veces trataba de recordar, pero en ese recuerdo nada había de solemne… De niño no tuvo padres, y si los tuvo, fueron fieras que odiaban al fruto de sus contactos febriles y sudorosos. No era el niño del amor. Se crio en las calles de las aldeas cultivando las escenas de la ira y de rencor que se guardaban entre si sus padres. Era un hogar donde la discordia sentaba sus reales de la mañana a la tarde, donde Dios era ignorado y la oración no salía de la cabaña como una fragancia. Los sentimientos eran filos embotados de hacha herrumbrosa. El corazón era una víscera renegrida,

Mujeres en cabinas y micrófonos de Honduras y más allá

  Por Elsa de Ramírez eramirezhn𝞿yahoo.com qqqqQ   El primero de diciembre se celebra a nivel continental el Día Interamericano del Locutor; en tiempos lejanos se conmemoraba por lo más alto de la cultura esta efeméride, fecha que actualmente pasa desapercibida, de manera pues, es bonito traer a la memoria estas historias, para que conozcan cual es la realidad de los diferentes aspectos que componen el mundo, particularmente este que se refiere a la radio. En nuestro país era fácil escuchar las emisoras del extranjero, porque aquí eran escasas, por lo menos en Tegucigalpa y San Pedro Sula, principales plazas de esta hoy floreciente industria. Escuchábamos sobre todo las de México y Cuba que penetraban como locales en toda la geografía nacional, dada la potencia de que siempre han gozado estas radios. Los radios transistores vinieron a revolucionar el planeta, radios de batería que la gente del campo podía escuchar, eran en miniatura y contrastaban con los de otros tiempos,

Mi árbol y yo de Alberto Cortez

  Mi madre y yo lo plantamos e n el límite del patio  Donde termina la casa. Fue mi padre quien lo trajo yo tenía cinco años Y él apenas una rama. Al llegar la primavera Abonamos bien la tierra Y lo cubrimos de agua Con trocitos de madera Hicimos una barrera Para que no se dañara. Mi árbol brotó, mi infancia pasó Hoy bajo su sombra que tanto creció Tenemos recuerdos mi árbol y yo. Con el correr de los años Y mis pantalones largos Me llegó la adolescencia Fue a la sombra de mi árbol Una siesta en el verano Donde perdí la inocencia. Luego fue tiempo de estudios Con regresos a menudo Pero con plena conciencia Se acercaba un largo viaje Solo de ida el pasaje Y así me llegó la ausencia. Mi árbol brotó, mi infancia pasó Hoy bajo su sombra que tanto creció Tenemos recuerdos mi árbol y yo. Muchos años han pasado Y por fin he regresado A mi terruño querido Y en el límite del patio Ahí me estaba esperando Como se espera a un amigo. Parecía sonreírme Como

Acróstico para Elsa de Ramírez

Elsa y Mario Hernán Ramírez   ACRÓSTICO Para Elsa De su esposo Mario Hernán Ramírez   E res la aurora de mi existencia L a luz que alumbra en mis tinieblas S anta puedo llamarte A mor de mis amores 10 de octubre de 2020